03 enero 2015

ONDIA JA HA PASSAT EL NADAL,CAP D'ANY I ANEM A REISSSSS

Un cop mes he anat a Pamplona a passar els nadals amb la familia d'alli hem uns nebots amb fills de 12 anys i jo els habia vist a aquestos nebots amb bolquers i cada any els he anat veint vreixa aixi com la seva quitxalla.
Aqui sota una vista de la taula en la ens van encabir 18 persones amb un primer pla de les croquetes de la tia Maria Pilar ( bonisimes tan les de pernil com les de marisc.fins passat reis no em tornare a pesar i començare una tanda de dias de pasar fam per aprimar)






Aixo de sota es part de l' Olentzero li va portar a Alma a Pamplona


Mare de Deu ja no  recordeu de l'any passat qui es el Olentzero.Anem a vikipedia o san google a mirar
OLENTZERO
Sin duda alguna el personaje más popular de la tradicional Navidad vasca es el Olentzero. Para ésta figura mítica se utilizan varios nombres, con significados diversos, según las regiones del País Vasco que consideremos. Las interpretaciones más aceptables pueden ser:
  • Onentzaro: época (aroa) de lo bueno (ona) significando la Navidad (Eguberri).
  • Olentzaro: época (aroa) de saludo, de peticiones (oles). Diciembre, época del solsticio de invierno (neguko ekialdia) ha sido, tradicionalmente, la más apropiada para las peticiones.
  • Olentzero: es un personaje cómico, es carbonero, tiene la cara tiznada por el hollín, usa txapela, abarcas, blusón y pañuelo al cuello. Se dice que actualmente baja a los pueblos en un carro tirado por un burro y que entra por las chimeneas mientras la familia duerme, dejando regalos para los niños.
Centro Vasco Ibai Guren
En los pueblos a orillas del río Bidasoa (en realidad este personaje parece ser originario de Lesaka, Navarra) se representa al Olentzerocon un maniquí de paja y trapos, que los jóvenes colocan en andas y llevan por las casas y establecimientos del pueblo, para pedir dinero (con lo recaudado, luego hacen una cena). Finalmente el muñeco es quemado en la plaza. En el recorrido van cantando diversos versos:
Copla 1
Olentzero, buru handia
entendimentu gabia
bart arratzian edan omen du
Hamar arruko zagia
Ay, urde tripa-aundia
zagar ustelez bertia!
Olentzero, cabezón
sin entendimiento
anoche ha bebido un pellejo
de diez arrobas
que cerdo de tripa grande
lleno de manzanas podridas.
Copla 2
Orra, orra gure Olentzero
pipa ortzian duela
exerita dago
kapoiak ere baitu
arraultsatxuakin
Bihar meriendatzeko
botil arduakin!
Ahí está, ahí está, nuestro Olentzero 
con su pipa, sentado
tiene también capón
 y huevos
para merendar mañana con una
botella de vino.
Copla 3
Olentzero joan zaigu
mendira lanera
intentziuarekin
ikatz egitera.
Aditu duenian
Jesus jaio dala
lasterka etorri da
parte ematera!
Olentzero se nos ha ido
a trabajar al monte
con intención de
hacer carbón
Cuando ha oído 
que nació Jesús
ha venido conrriendo
a dar el aviso.
Según algunos autores, Olentzero es un personaje pagano que el cristianismo ha utilizado para anunciar el nacimiento de Cristo (como se canta en la Copla 3). J. M. de Barandiarán nos relata la leyenda del nacimiento de KIXMI:
"Dicen que en la campa de Martxabaleta en Aralar bailaban, en cierta ocasión, los gentiles celebrando una de sus fiestas. De pronto observaron que una nube luminosa se acercaba hacia ellos por el lado del este. Admirados por aquella rara luz consultaron a un anciano gentil que convivía con ellos y que tenía fama de ser muy versado en cuestiones de nubes y estrellas.
El anciano gentil, al observar el extraño fenómeno, se dirigió a la asamblea preocupado: -Hijos míos -les dijo-, ha nacido KIXMI y ha llegado nuestro fin. Ya no quiero vivir más. Por eso os ruego que me arrojéis por ese precipicio abajo.
Efectivamente, los asistentes cumplieron sus deseos y lo despeñaron encontrando el hombre la muerte de esta trágica forma.
La nube milagrosa se iba acercando cada vez más deslumbrando con su luz la vista de los gentiles que huían tratando de encontrar refugio. Así llegaron a un hayedo que había en Arrastarán. Tan pronto como la nube se posó sobre ellos, todos se sepultaron bajo un montículo de piedras que, desde entonces, se conoce con el nombre de Jentilharri (piedra de los gentiles).
Pero no todos debieron de morir sepultados, puesto que uno de ellos sobrevivió para anunciar a los gentiles, que vivían por los contornos, el nacimiento de KIXMI.
Ese gentil superviviente fue el primero que anunció la existencia de Cristo (KIXMI) en Euskal Herria. El tradicional personaje navideño conocido con el nombre de Olentzero, personifica al hombre que, salvado de aquel final trógico, anunció la llegada de KIXMI y ahora, en Navidad, baja del monte para anunciar el nacimiento de Cristo".
Centro Vasco Ibai Guren
En el libro para chicos Olentzero: Izena duan guztia omen da de Angel Benito Gastañaga, se cuenta la historia de un carbonero que hace juguetes para los chicos pobres:

En los bosques de nuestro país, hay muchos tipos diferentes de criaturas que la gente no puede ver. Todas ellas son parte de la naturaleza, y la gente ha escrito muchas historias y fábulas acerca de ellas.Cuando caminamos a través de nuestras montañas y nuestros valles, desde un rincón maravilloso de la imaginación ellas nos mantienen acompañados y nos cuidan.
Esta es la historia de uno de aquellos seres, la historia del Olentzero, un hombre humilde que con su amor entra al corazón de todas las criaturas, reales e imaginarias.
Hubo una vez, hace muchos muchos años, en los profundos bosques del País Vasco, una Lamia muy hermosa viviendo allí. Su cabellera era amarilla como el sol y sus ojos eran muy brillantes.
Como todas las Lamias, ella cuidaba de la gente y siempre estaba acompañada por algunas criaturas pequeñas y divertidas, como los duendes, llamados Prakagorri, o "pantalones rojos", que la ayudaban en su trabajo.
Un día, cuando ella iba viajando a través de las montañas, ella se detuvo para peinar sus cabellos junto a una fuente. De repente, los Prakagorris le anunciaron que algo se estaba moviendo entre los helechos.
La Lamia continuó peinando y peinando sus rizados cabellos y no se dió cuenta de nada hasta que los Prakagorris gritaron llamando su atención.
"Es un bebé humano," dijo el más viejo de los duendes.
"¿Por qué lo dejaron aquí?" dijeron todos los Prakagorris a coro.
"Yo no sé," dijo el hada, "es difícil de comprender como los humanos pueden ser tan desalmados algunas veces."
"Desde ahora," le dijo el hada al bebé, "tu nombre será Olentzero, porque es una cosa maravillosa haberte encontrado. Y por este acto te daré los regalos de Fuerza, Coraje y Amor, por todo el tiempo que tú vivas."
Entonces la Lamia tomó al bebé y lo llevó a una vieja casa en el límite del bosque donde vivían un hombre y su mujer que no tenían niños.
"Ellos estarán muy, muy felices de recibir este chico y lo cuidarán muy bien, lo sé" dijo el hada, y ella dejó al niño allí en frente de la puerta para ellos.
Muy temprano en la mañana, cuando el sol comenzaba a levantarse, el hombre salió de la casa para ordeñar a las vacas. El se sorprendió mucho al ver al bebé, y llamó a su esposa: "Mi amor, ven aquí rápidamente! Ven a ver lo que he encontrado!"
Tal como la Lamia lo había predicho, el hombre y la mujer fueron muy, muy felices al encontrar a este chico. "Qué afortunados hemos sido!", dijo la mujer. E inmediatamente ellos cubrieron al niño con una cálida frazada y le dieron algo de comida, y ellos lo tomaron como su hijo.
Y así fue como Olentzero llegó a crecer en aquellas maravillosas montañas, hasta que se convirtió en un fuerte, saludable y amable hombre. Sus padres fueron muy felices y Olentzero no estaba en absoluto preocupado por la extraña forma en la cual sus padres llegaron a encontrarlo.
Olentzero trabajaba todos los días de la mañana a la noche, haciendo carbón y ayudando a su anciano padre.
Después de muchos años la anciana pareja quienes habían sido los amorosos padres de Olentzero finalmente murieron y Olentzero se quedó muy solo en la casa en el bosque.
Los años vinieron y se fueron y su cara comenzó a arrugarse y su cabello comenzó a ponerse blanco.
El vivir solo lo volvió triste y se dió cuenta de que lo que necesitaba hacer era ayudar a otras personas que lo necesitaban.
El recordó que en el pueblo había una casa en la cual vivían algunos niños que no tenían padres. Ellos vivían de cualquier cosa que la gente del pueblo les llevara, y él se dió cuenta de que esos niños eran muy solitarios, justo como él, y de que él podría hacer cosas para ellos de modo que fueran felices.
Olentzero era muy inteligente y muy bueno haciendo cosas con sus manos, de manera que hizo algunos juguetes de madera para aquellos niños: pequeños juguetes y muñecas, que el podría llevar a los niños cuando fuera al pueblo a vender su carbón.
Cuando él terminó las muñecas y muñecos, él los puso en una gran bolsa, puso la bolsa sobre su burro, y marchó hacia el pueblo. El se sintió muy feliz por dentro aquel día, y sus ojos refulgieron con mucha brillantez.
Le tomó toda la mañana caminar a través de las montañas hasta llegar al pueblo, pero estaba muy feliz. El sonreía como si estuviera en un sueño, porque estaba yendo a llevar a los niños los juguetes que él había hecho.
Los niños pequeños del pueblo estuvieron muy felices también cuando recibieron sus regalos, y Olentzero se pasó la tarde jugando con ellos y contándoles las historias que había aprendido de su padre cuando él era pequeño. Los niños y niñas amaron mucho a Olentzero y despues de aquel día ellos no se sintieron tan solos como antes. Olentzero se volvió muy bien conocido en aquel pueblo. Cada vez que él se acercaba, rápidamente era rodeado por los niños.
Esto sucedió por muchos hermosos y felices años, pero una vez hubo una terrible tormenta en el pueblo y en las montañas de la periferia, la cual destruyó muchas cosas. Los fríos, fuertes vientos y el sonido de los truenos dejaron a la gente muy asustada y trastornada, especialmente a los niños.
Un día, cuando Olentzero estaba yendo al pueblo, él vió un rayo alcanzando a una casa.
El corrió muy rápido hacia la casa y vió algunos chicos en una de las ventanas, muy asustados, gritando y pidiendo ayuda.
Sin hesitación el llegó hasta la casa, que estaba en llamas, cubrió a los niños con una frazada para protegerlos del fuego, y los sacó de la casa a través de una ventana en el primer piso.
Pero mientras él estaba tratando de salir, una viga de madera vieja y grande del cielo raso cayó sobre él. Olentzero cayó con gran dolor, y su fuerte y hermoso corazón se detuvo.
Las personas en el pueblo lloraron cuando vieron la casa en llamas, y supieron lo que había ocurrido, y se dieron cuenta de que no había nada que ellos pudieran hacer.
Pero en ese mismo momento ellos fueron sorprendidos por una brillante luz que salía de la casa en llamas. Nadie podía ver lo que estaba ocurriendo adentro. Pero dentro de la casa, la Lamia que había encontrado a Olentzero en las montañas, cuando él era un bebé muchos años atrás, apareció junto a Olentzero y comenzó a llamarlo por su nombre con su dulce voz: "Olentzero! Olentzero!"
Ella dijo: "Olentzero, tú has sido un buen hombre, lleno de fe y de buen corazón. Has dedicado tu vida a hacer cosas para los demás, y has dado hasta tu propia vida para salvar a otras personas. Por lo tanto no quiero que te mueras. Yo quiero que vivas para siempre. De ahora en adelante tú harás juguetes y otros regalos para los niños que no tienen padres en este pueblo y en todos los rincones del País Vasco."
"Y nosotros te ayudaremos!" dijeron todos los Prakagorris, volando alrededor de Olentzero.
Y así fue como vino a pasar que, en la mitad de cada invierno, al final de cada año, Olentzero va a todos los pueblos del País Vasco repartiendo juguetes y regalos a los niños que no tienen padres ni abuelos que les hagan regalos. Los niños de todos los pueblos celebran la llegada de Olentzero cantando canciones y esparciendo su mensaje de amor, fuerza y coraje.
Algunas personas no creen que Olentzero realmente exista. Pero entre los vascos hay un viejo dicho: todas las cosas que tienen un nombre existen, si nosotros creemos que existen.




Gentiles: paganos, personas que no se habían convertido al cristianismo.
Lamias: hadas con figura de bellas mujeres que peinan sus cabellos en las fuentes y arroyos de Euskal Herria. Para ello utilizan hermosos peines de oro. 

Be pues ja sabeu una mica mes d'aquest personatge mitic d'el Pais Vasc ( entes com cultura, no ens emboliquem)



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