abc
Estimado, o no, ABC:
¡Cuánta razón tenéis! El ambiente en Catalunya en estos momentos es como el estado de Rajoy en una academia de inglés: surrealista, confuso y digno de ser grabado en vídeo para la posteridad. Yesh!
Ya se están repartiendo cartillas de racionamiento, flyers de discotecas y 2x1 del Starbucks. Bueno... lo primero todavía no, pero otro 12 de octubre y nos quedaremos sin sillas en Plaça Catalunya. Al final, nos tendremos que sentar encima de fachas de excursión en permanente estado de frustración personal.
Catalunya ya no es lo que era en esa maravillosa fiesta de la democracia que es España. Por ejemplo, desde que tuvimos la osadía de protestar, ya nada es como antes en la prensa. Cuando se habla de Catalunya todo es negativo, triste, oscuro... Eso sí, es posible que si Puigdemont y Junqueras se hiciesen una foto con la camiseta de la selección, de repente la prensa hablaría del éxito turístico de Catalunya, de lo preciosa que está quedando la Sagrada Familia y, sobre todo, del enorme parecido del presidente de la Generalitat con George Clooney. De eso a anunciar cápsulas de café ya se encargaría Marhuenda, que se convertiría en su representante y fiel servidor. Pero ahora la realidad es otra en vuestros periódicos. Es como cuando te deja la novia. En sus fotos de Facebook ahora te parece Belén Esteban recién levantada en el festival de la legaña.
Os voy a poner un ejemplo del que se habla poco: Colón. Sí, el monumento a Colón al final de las Ramblas. ¿No os habéis fijado? Ya no señala metafóricamente a América. Ahora el pobre está deprimido. Se ha sentado encima de la columna con una pancarta que dice: “bajadme, cabrones. Es triste de pedir, pero más triste es de robar”. No entiendo cómo Espejo público aún no le ha dedicado un reportaje. Quizás la próxima semana veamos a Susanna Griso subida a una columna con su melena al viento, mientras deja el Maremagnum lleno de laca. Lo que sucede es que ahora veo Antena 3 y ya no me creo ni el mapa del tiempo.
Venidnos a ayudar, por favor. Necesitamos a niños disfrazados de guardias civiles en las escuelas, como en esas fotos que circulan por la red, para que no se diga que adoctrinamos. Queremos a un rey elegido democráticamente cada cuatro años desde que papá espermatozoide se unió a mamá óvulo. Exacto, un rey como el que tenéis en España. Precisamos de unas televisiones con altos estándares periodísticos, como las que podéis ver cada día, de esas que ruedan películas de terror en plan “Pesadilla en la UAB Street” con una protagonista de Ciudadanos que se inventa un relato de Edgar Allan Poe a cambio de una palmadita en la espalda de Albert Rivera. Y, sobre todo, necesitamos que de vez en cuando salgan los guardias civiles y policías que llevan semanas encerrados en barcos, leyendo a James Joyce, para que den conferencias en las universidades catalanas sobre el recorrido vital de Leopold Bloom en las calles de Dublín. Y si existe el agente antidisturbios R2D2, por favor, que se integre en el club de fans de Star Wars.
En fin, ABC, españolizadnos ya porque las calles ahora mismo parecen un apocalipsis zombi. Sabemos que la rojigualda tiene poderes mágicos y que su sola acción podría hacer que Colón no se lanzase al vacío desde la columna. ¡Salvemos a Colón de un suicidio mediático en Antena 3! Aunque sólo sea para que Ana Rosa Quintana no le clave las uñas a Susanna Griso en un ataque de envidia.

Despues de este editorial de ABC ya no se si vivo en Barcelona o en otra Barcelona de dimension N y paralela.